Fin

Todo fin es un nuevo comienzo, quizás bueno o malo, no lo sé; pero ves que algo termina, comienza otra cosa totalmente opuesta.

En la vida de todos los homosexuales contemporáneos llega un momento en el que ya no se puede cubrir tu gusto por otro hombre y entra la necesidad de contarle a alguien lo que te pasa, sin cambiar nombres ni omitiendo información ¿Qué persona más indicada? La mejor amiga.

En mi caso particular me siento bastante afortunado en este aspecto ya que yo al contarle a mis dos grandes amigas (hace 6 años atrás) era la primera vez que hablaba de este tema con alguien ajeno a mis cuadernos, ellas me dijeron “te vamos a querer igual” y yo con lagrimas las abrace, y lo sigo haciendo hasta el día de hoy. Ya di mi primer paso, me faltaba el más importante, mi mamá y los demás familiares cercanos.

Es mejor  prepararse psicológicamente con los amigos antes de abordar este tema con los padres porque si para uno ya es complejo este tema, creo q es el triple de complejo para los mismos padres.

Toda la semana yo me mentalicé para esta situación, ya que si le decía no podía contradecirme, estaba y estoy seguro de mis gustos aunque cuando estaba a punto dude de todo, tuve miedo de que nuestra relación cambiara, en verdad mucho miedo, aunque estaba seguro de que no pasaría algo malo ya que tantee el terreno antes de decirle, obviamente; preguntándole o haciendo comentarios del tipo: “¿q pasaría si traigo a la casa a mi amigo gay? O conocí a alguien y es súper simpático, perdón, simpática jajaja”.

Pasaron años para que yo pudiera contarle a mi mamá mis gustos… hasta que llego el día. Fue un día viernes, de la fecha exacta no recuerdo pero fue un viernes en la noche, a principios de mis 18 años. Todo paso en el antejardín de mi casa, estábamos conversando acerca de la madures y de repente me vino el vomito verbal, fue incontenible… “mamá quiero decirte algo”, ella me miro con su cara típica de pajarito desorientado y se lo dije “mamá, no me gustan las minas, soy gay” y en ese momento ella me abrazo tiernamente y me dijo “yo soy tu mamá aquí y en la quebra’ del aji” y en ese momento que ella me dijo eso me sentí tan aliviado, por que ahora le ponía fin al periodo de mentiras, de engaños, ella no tuvo la reacción que espere, pero ese fue mi error, esperar e idealizar su reacción, como ella actuó conmigo después de eso me dejo totalmente sorprendido, e impávido ya que todo ese drama del closet lo había transformado en la conexión con mi mamá… mi nueva amiga.

Claro, no todas las historias de “sinceridad” terminan bien, de hecho, la gran mayoría termina mal, en temas de tabú familiar, que como resultado provocan la prohibición de las palabras “gay”, “bisexual” y/o la gran mayoría alusivas de este tipo; también hay casos extremos de los cuales conozco, que terminan en discusiones, insultos, golpes y quiebres familiares.

Y asi, después de mi mamá vino el resto de mi familia, mis tíos, mis tías, mis abuelos, primos, claramente los más cercanos.

Leí por ahí que una de las manera más aconsejables para decirle a alguien que uno es gay… es en un ambiente relajado y cómodo, y ojala que no sea en una discusión por que eso si no tiene un final feliz.

También es aconsejable (según el artículo que leí que no recuerdo donde)que se averiguara la opinión de las personas que tu quieres que sepan tu condición para que te hagas una idea de su opinión según sus respuestas.

Hay algo que siempre se comenta en el mundo gay “las mamás siempre saben”, creo que es cierto en la mayoría de casos ya que yo soy de esos que jamás les contaba mis cosas amorosas, por ende menos decía “que rica la mina” o alguna frase célebre heterosexual, creo y sé que mi madre por su parte siempre lo supo, ya que me tiraba bosques completos de indirectas.

Sí, soy un gay mas que tiene 0 relación con su padre o la familia de él, y me interesa nada si saben o no, no es mi prioridad.

Cuando le conté a mi mamá se me vino a la mente un pensamiento con algo que dijo ella: “te apoyo”… ¿qué? Y pensé 1000 y 1 conceptos, ¿apoyo? No he tomado una decisión o no estoy enfermo, no he perdido a nadie para que me apoyes, así que tu apoyo no quiero, quiero tu aceptación, la misma aceptación que tenía antes de decirte mi condición sexual.

Aunque claro, no todos tienen que saber, no es necesario andar con una polera diciendo lo orgulloso de ser o no ser gay, a mi no me enorgullece, y ¿Por qué? Porque no es alguna cualidad que me haga mejor que los demás, a veces es algo desgraciado, pero no es algo de lo que pueda enorgullecerme, ¿Por qué no los heterosexuales se enorgullecen de sí mismos siendo heterosexuales? Fácil, porque simplemente sería ridículo, “estoy tan orgulloso que me gusten las mujeres”… eso es una estupidez. Si quieres decirle a alguien que eres gay, adelante, hazlo, pero ¿con que fin tienen que saber todas las personas que uno es gay? ¿Para qué publicarlo? ¿Los heterosexuales se encargan de hacer saberles a todos que son heterosexuales? Bueno, los depravados sí.

Y como dije al principio, todo fin es un nuevo comienzo; y en mi caso… es un buen comienzo.