¿Les ha pasado que a veces
simplemente se cansan de todo y no quieren nada? Me refiero a aspectos de
exigencia social; una pareja, una estabilidad “amantica” (de amante, ojo) sí? A
mí también. Y justo en estos momentos cuando me encuentro con la determinación
encendida y Placebo (otra vez) sonando. Una canción no tan favorable al
momento.
Típico, todo pasa por un
cumulo de cosas, pero en este caso, no es un cumulo; lo que me pasó es que
descubrí la pirámide de la decadencia, que quizás mía o de personas en mi
entorno, terminaron por aburrirme, no quiero pertenecer a una pirámide, tampoco
a un ambiente.
Y es que ahora en estos
momentos me aburrí; me aburrí de las fantasías de “amores eternos”, me aburrí
de las aventuras esporádicas, me aburrí de conocer gente que conoce a gente que
me conoce, me aburrí de simplemente el ambiente gay. No he trabajado lo suficiente en mi como pensaba, pasé 3 meses y 10 días sin publicar nada por el simple hecho de pensar que nada de lo que escribía era bueno. Y eso me hizo pensar mi
querido lector Francisco, cuando justo hoy antes de ir a una entrevista de
trabajo me comentaba que el ambiente gay quizás no es mi ambiente. No la paso
mal en una fiesta de orden gay, pero últimamente me dan las 2 de la mañana y
miro lo mismo de siempre a mi alrededor: personas que buscan un amor nocturno
para cubrir la necesidad del amor eterno de princesas. Y quizás eso me aburre.
El entorno. Y siendo sincero, algunas princesas.
Aunque con la compañía
perfecta de fiestas y de la vida se pasa muy bien, a veces miro la decadencia
en la que voy, y me siento tan igual y tan distinto a la vez a aquel tipo que
afirmaba ser la Cristi, que había encontrado a Alvarito en la fiesta de año
nuevo de Club Miel. Es que en ese mismo entorno, él estaba en esa fiesta para
beber relativamente gratis y besar al último tipo/primer tipo del año. Me
encontré con gente que no quería, y quizás eso es otro de los indicadores que todo me
aburrió. El “hola” fingido; O algún otro tipo de contacto con otros o con
otros. Me di cuenta que yo no quiero eso, que gracias a eso últimamente
relacionado con el Instituto, el Trabajo y los amigos/familia. Me he descuidado a mí mismo tratando de
mejorar el aire de los demás.
La relación más larga que he
tenido (antes que la que tengo con mi directora de arte) es conmigo mismo, y
veo que es una relación tan descuidada que muchas veces no he querido seguir
con eso, pero eso transforma mi ambiente propio en algo totalmente toxico.
Y para estar bien con el resto
de personajes, debo prestar atención también a mis propias necesidades. Hay
cualidades mías que se han perdido gracias al descuido de mí mismo. (sí, la
redundancia)
Quizás me aburrí de tratar de
agradarle al resto para recibir aceptación, cosa que antes no hacía. Quizás me
aburrí de buscar en extraños algo que siempre ha estado en mí.
Llevo una relación conmigo
mismo durante 22 años, la cual planeo retomar luego de este estado 0: 0 ganas
de ver a cualquiera que me influya con sus malas energías, incluyendo a veces a
personajes frecuentes. 0 ganas de relacionarme afectivamente con alguien por
necesidad estipulada según la pirámide de Maslow.
Y cito a la maestra Simone de
Beauvoir: “Soy demasiado inteligente, demasiado exigente y demasiado ingeniosa
como para que alguien pueda encargarse de mi completamente. Nadie me conoce o
me ama totalmente, sólo me tengo a mi misma.”
Si no entendieron: ¿qué es el
estado 0?
Lo que queda después del
descuido de nosotros mismos.
Como lo dije anteriormente: Tengo una relación conmigo
mismo hace 22 años, creo que es hora de retomarla, porque me he extrañado tanto
que tengo la necesidad de buscarme, a partir de ahora.
No puedo evitar pensar
en el cambio como etapa evolutiva, que de ser así ¿por qué nos cuesta tanto
volver al nosotros mismos de antes? ¿Será que la “madurez” no es precisamente
la respuesta a todo lo que nos cuestionamos si no que son aún más preguntas y
aún más difíciles?