19/1/16

La Llegada de los Hijos. Parte II.

Imagen por @oyemathias
(muchas gracias! no olvide ingresar)
(No es necesario leer la primera parte, pero por si quiere: aquí.)

Esta es la historia de Nico, el cual no tenía dos papás, pero sí tenía (y tiene) ganas de ser padre, muchas ganas y siempre lo expresa en Facebook y estoy seguro que si él tuviera los medios para adoptar, lo haría.

Con y sin otro padre, él pensaría en la adopción, y de hecho, Nico podría adoptar según las leyes chilenas. Pero claro, debe pensar en esa opción cuando: matrimonios infértiles lo hagan, una persona soltera lo haga y ah cualquier heterosexual pueda pasar las investigaciones que hacen los diversos centros de adopción para recién él osar pensar en la posibilidad. Ahí recién puede entrar en el proceso de adopción. Y si es que cumple con los requisitos que se le piden.

Él tiene una sobrina, la cual adora, pero él sabe que es eso… sólo su sobrina.
Y aunque la quiera como a una hija, no vive con ella y tampoco está en su crianza al 100% como a él le gustaría.

Si ya es difícil ser gay (aunque cueste asumirlo) en Santiago siendo 2016, imaginen lo que debe ser querer ser padre siendo gay. Imaginen tener todo el instinto, preocupación y sentido paternal despierto y enfrentar todo tipo de acoso de una sociedad que aún sigue siendo ignorante.

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En Chile hace muy poco se está implementando lo que es el Acuerdo de Unión Civil, lo cual ha sido ampliamente rechazado por el sector más “conservador” de nuestro país: ese sector que alimenta las aspiraciones de los más pobres. No se puede pensar en la Adopción Homoparental sin pensar inmediatamente: “la sociedad no está lista”. La pregunta sería: ¿Cuándo lo estará? Nunca. Si no hay una correcta educación sobre la materia, si no hay un proceso más expedito de adopción tanto hetero como gay, ¿cómo podremos estar listos como sociedad?

Cuando se deje de ver a los niños como mascotas y a los padres como potenciales buenos dueños, ahí recién y sólo recién la sociedad comenzará a cambiar para mejor. Y cuando cambien las cosas caerán claramente las primeras 4 plagas del apocalipsis:
  • -          Aumentará el número de adopciones
  • -          Disminuirá el número de niños huérfanos
  • -          Disminuirá la cantidad de niños sin hogar
  • -          Existirá más diversidad de vivencias, por ende, incluso se enriquecerá el trato con el otro.


Y por sobre todas las cosas, habrá más familias felices, nuevas familias felices.
Si existió una campaña antibullying que habla sobre el famoso “todo mejora”, creo que las parejas gais que quieran adoptar pueden hacer que la vida de un niño sin hogar y sin familia, mejore del todo.