Aunque
usted no lo crea, existe una enfermedad llamada Priapismo, la cual consiste en
tener una erección por más del tiempo normal, mucho más. Y esto no es causa de
placer ni de risa, es más bien un manifiesto de que dos cabezas no piensan
igual.
Me he puesto a pensar en algo que te acompaña
aproximadamente 20 veces al día (yo digo que son más), le pasa a todo tipo de
hombre con tendencia hetero, bi, gay, perro, plástico, comida, etc. Esto llega
en el momento menos apropiado con las personas menos indicadas. ¿A qué me
refiero con todo esto? Fácil. Una erección involuntaria.

A Pebels le gusta un tipo que bautizaremos como MP, este
personaje es de complexión grande con manos reducidas (lo primero en lo que se
fijó el Ken y luego la Pebels y pongo en duda que lo haya notado Maria Magdalena hasta el día de hoy).
“Tiene la mano chica, debe ser así (enseñando algo pequeño
con el dedo pulgar y el índice)” dijo el Ken; Maria Magdalena con su cara de
“asombro-no entiendo” y yo comentando: ¿te imaginai la tenga chica? ¿Qué haces
en ese caso? Obligada a usar los dedos, entre risas.
Y luego la Pebels nos dijo algo clave: “si se la sentí y
parece que no es tan chica” y mientras ella decía eso el Ken ponía su cara de
horror y yo mi cara de “qué?”
En este caso, el pobre MP sufrió una erección involuntaria,
ya que con un simple beso, le produjo una erección (o si prefiere un lenguaje
más vulgar puede leer: se le paro)

Igual es entrete (lo promuevo) ver la cara de pánico del
pobre hombre víctima de su propio cuerpo, cuando le dices “parece que alguien se
despertó ahí abajo”.
Señores, no hay cabeza que no piense y eso me da para
pensar: ¿dos cabezas piensan mejor que una? Y si es así ¿Por qué una es más
rápida que la otra?